Tuesday, March 18, 2008

MARIANO DAMASO BERAUN FUENTES (1864) "EL UNIVERSO Y EL ATEO" - CAPITULO I ¿ES ETERNA LA MATERIA?

MARIANO DAMASO BERAUN FUENTES
1864

“EL UNIVERSO Y EL ATEO”

CAPITULO I

¿Es eterna la materia?


He aquí una de las cuestiones cuya solución investigada con sola la antorcha de la razón permanecerá siempre oculta en la tenebrosa región de los misterios.

No pocos filósofos, al ver que tal aserto aja su altivez, le calificarán indignados de absurdo y temerario. Sin embargo, nada es más cierto, puesto que esa antorcha no alumbra más allá de su limitada esfera, y sin luz no hay visión. Delira quien cree ver la materia, existiendo desde la eternidad: delira quien cree ver la materia, saliendo de la nada.

Los filósofos á que me refiero, anhelando por conocer el origen de la materia, se han fatigado incesantemente en explorar esta, ya analizando el globo que habitamos, ya observando diferentes fenómenos de la naturaleza; pero no han podido conseguir el objeto de sus anhelos. El único resultado final de sus incesantes fatigas ha sido descubrir, que el gran todo, cuyo espectáculo sublime admiramos, no se ha alterado recientemente á pesar de la variedad infinita de sus fenómenos que el gran todo que existe hoy, existió ayer, existió ahora años, existió ahora siglos, permaneciendo siempre el mismo, siempre sustancialmente inalterable. No han podido ni podrán pasar de allí: llegaron a la valla tras la cual no alumbra la antorcha de la razón. Y aquellos filósofos en vez de abatirse, en vez de inclinarse humildemente ante esa valla donde comienza el mundo de los arcanos impenetrables, pretenden avanzar con frente altiva, sin advertir que los esfuerzos que hacen para ello solo sirven para abismarlos y perderlos. Y, cosa extraña, eminentemente extraña, después de conocer: todos ellos únicamente, que el universo subsiste siempre él mismo bajo formas diversas, dicen los unos: la materia no tiene origen es eterna; y los otros al contrario, la materia tiene origen, no es eterna. ¿Cuál es la causa de tan brusca y escandalosa discrepancia? ¿Cómo deducen de un mismo principio proposiciones manifiestamente opuestas? ¡Arquitectos modernos pretenden reconstruir la torre de Babel para escalar el cielo, y no se entienden los unos a los otros, se confunden!.

Los partidarios de la eternidad de la materia, dando a sus frases inconexas la apariencia de un raciocinio dicen: la materia varía de forma, pero no se altera sustancialmente, luego es eterna. . Mas sus contrarios dicen de una manera idéntica, invirtiendo el orden de las mismas frases: la materia no se altera sustancialmente, pero varía de forma; luego no es eterna. ¿Quién no ve con toda claridad que los unos y los otros pretenden fundar en un mismo principio dos doctrinas contrarias? ¿Discurren así de mala fe? Pues son impostores, y execrables impostores.¿ Discursos así de buena fe? Pues deliran; y deliran, porque creen ver conexión necesaria donde no lo hay; entre las existencia actual y la anterior los unos; y entre la existencia y la no existencia, los otros. Existe, luego siempre existió; existe, luego no existió son consecuencias igualmente falsas, porque esas proposiciones, que se presentan con la apariencia de antecedentes y consiguientes, no lo son realmente, por no haber entre ellas el enlace que requiere la lógica. Y es evidente, que si hubiera tal enlace, le percibirían todos, aunque con mas o menos dificultad; y no habría entre dichos filósofos esa discrepancia que choca aun al sentido común.
Aunque este argumento bien considerado es suficiente por sí solo para combatir simultáneamente ambas doctrinas, conviene refutarlas por separado, con más detención y con más seriedad, atendida la trascendencia más o menos funesta de los errores. Una doctrina errónea puede ser en alto grado perniciosa, puede cual terrible volcán, arrojar sobre los pueblos lavas destructoras. Un error de la clase de los que estoy refutando, asociado siniestramente con errores de otra especie, puede, como el fatídico bramido subterráneo, ser el precursor de catástrofes espantosas....¡Quimera! exclamarán algunos...¡Realidad! Contestará la historia; y contestará sin réplica, mostrando algunas de sus páginas ensangrentadas.....Pero razonemos sin evocar penosos recuerdos.

Es indudable que el entendimiento humano ha ensanchado prodigiosamente los límites de sus conocimientos, explorando sin descanso, tanto el mundo físico, como el mundo moral; pero también es indudable, que así como los mares no se recorren del mismo modo que los continentes, tampoco esos mundos pueden ser explorados de la misma manera. No es necesaria una profunda disertación filosófica, para que se palpe la verdad. Nadie dirá que las propiedades de los cuerpos y los fenómenos de la naturaleza se investigan y se conocen por los mismos medios que la relación de las ideas, los derechos, las obligaciones, etc. Según esto, prescindiendo del mundo moral que no es constituido por la materia, veamos cuales son los medios que emplea el entendimiento para explorar el mundo físico. Y para llegar más rápidamente a nuestro fin, no nos engolfaremos en el océano inconmensurable de las ciencias naturales, puesto que se trata únicamente de la existencia de la materia: nos concretaremos a indagar los medios de conocer su existencia.

1.-Nos consta que existe la ciudad de Lima, porque lo estamos viendo, la estamos tocando. Esto es incuestionable.

2,-Aunque no conozcamos la ciudad de Londres, nos consta que existe, por el testimonio unánime de los que la han visto y tocado ; cuyo testimonio a manera de un inmenso alambre electrizado o de un poderoso instrumento óptico, por decirlo así, pone esa ciudad al alcance de nuestros sentidos.

3.-Finalmente, estamos ciertos de haber habido lluvia, aunque no hayamos sentido llover, si vemos la humedad que ella ha producido. El fundamento de ésta certidumbre es el conocimiento de una ley de la naturaleza; y es sabido, que el conocimiento de las leyes de la naturaleza se apoya en la observación y la experiencia.

Estos medios u otros semejantes son los únicos que emplea el entendimiento para conocer la existencia de los cuerpos, siendo en todo caso el fundamento de la convicción íntima la sensación y no las meras teorías que solo pueden engendrar conjeturas. Torricelli demostró la pesadez del aire, deduciendo de la elevación del agua en las bombas atraentes la del mercurio en el tubo vacío de aquel fluido; pero no tuvo certeza de la elevación del mercurio, hasta que la vió. Mr. Leverrier en 1846 dedujo la existencia de un planeta desconocido (Neptuno) de las perturbaciones observadas en la latitud de Urano, pero su razonamiento no le convenció; pues en septiembre de ese año escribió a Mr.Galle, suplicándole recorriese el cielo para descubrir el planeta que no se conocía más que por el cálculo; y éste astrónomo contestó a aquél desde Berlín, asegurándole la existencia real de ese planeta, por haberla descubierto el mismo día que recibió la carta. Tales hechos y otros muchísimos semejantes que no es necesario citar, prueban hasta no dejar duda la gran importancia de la evidencia de los sentidos en la materia de que se trata, pudiendo decirse por tanto, que tal evidencia es la piedra de toque por cuyo medio nos cercioramos de la existencia de los cuerpos.

Dígase ahora ¿Por cuál de los tres medios indicados puede ser conocida la eternidad de la materia? ¿Podrá serlo por la sensación propia? Es evidente que no.¿Podrá serlo por la historia, la tradición, los monumentos, o por otros signos semejantes? También, es evidente que no, porque ninguno de esos vehículos del saber humano testifica ni puede testificar la soñada eternidad de la materia.¿Podrá deducirse ésta finalmente de las leyes de la naturaleza? No, porque ley de la naturaleza es la relación constante entre los fenómenos naturales y sus causas; y no hay ninguna de estas relaciones que pueda servir de apoyo a los partidarios de tal eternidad. Estos dicen: el mundo existe; luego siempre existió y existirá, sin otro dato que su existencia sucesiva o continuada durante una larga serie de siglos. Pero la existencia sucesiva o continuada del mundo no es ley de la naturaleza; como lo dan a entender aquellos: es una verdad indudable; pero no puede apoyarse en ella la eternidad de la materia. Ciertamente, todos convienen en que la ley de la naturaleza es, como se ha dicho, la relación constante entre los fenómenos naturales y sus causas, y en que fenómenos naturales son los cambios de estado de los cuerpos, mediante la acción de las fuerzas que se llaman agentes físicos; y aquella supuesta ley moderna de ninguna manera puede fundarse en tales principios. En primer lugar, y fijémonos bien en esto, para que la materia de hoy fuera un fenómeno natural procedente de la materia de ayer, como son las lluvias que proceden de las nubes, sería necesario que algún agente físico hubiese operado tal procedencia ; y nadie dirá por ciento, que la materia de hoy ha sido producida por la materia de ayer mediante la acción de la luz, o de las fuerzas centrales, o de algún agente físico.¿Qué especie de fenómeno natural es pues, la materia de hoy que se pretende considerar como efecto de la materia de ayer, esto es, de si misma, y sin la intervención de ningún agente físico? Y si la materia de hoy no es ni puede ser fenómeno natural comparada con la de ayer, ya porque aquella no es efecto de ésta, ya que por su existencia no es el resultado directo ni indirecto, ni próximo ni remoto de la acción de ninguno de los agentes físicos. ¿Cómo podrá la sola continuación de la existencia de la materia constituir una ley de la naturaleza que es la relación constante entre los fenómenos naturales y sus causas? Es pues evidente que la citada ley moderna es absurda, y que por tanto los partidarios de la eternidad de la materia no pueden deducir esta de ninguna ley de la naturaleza.

Además, si para estos es una ley de la naturaleza la existencia sucesiva y continuada de la materia, ¿Por qué se fatigan tanto en prolongar esa existencia registrando archivos mohosos y desenterrando monumentos en los pueblos antiguos?¿No les basta saber que el mundo ha existido cerca de sesenta siglos, para que se convenzan de la verdad y firmeza de una soñada ley? Es claro que no les basta. Y si sesenta siglos de existencia continuada no bastan para constituir una ley de la naturaleza,¿Podrá constituirla la existencia de hoy comparada con la de ayer, esto es, la existencia durante dos días?. De ninguna manera, contestarán ellos; y sin advertir que mi reflexión del acápite anterior es igual, ya se trate de días, ya de años, ya de siglos, continuarán registrando archivos y desenterrando monumentos en los pueblos de la más remota antigüedad. Mas yo, para ahorrarles tiempo y fatigas, supondré que esos archivos y monumentos manifiestan con toda claridad, que el mundo ha existido mil siglos. Iré más lejos, mucho más lejos: supondré con el osado Bufón, que un choque tangencial desprendió del sol muchos trozos que formaron el sistema planetario: y sin entrar en el pormenor de esta atrevida hipótesis, supondré finalmente, que esto sucedió ahora un millón de siglos. ¿Qué se deduciría de esto? ¿Estarían más adelantados aquellos a este respecto, habiendo existido el mundo un millón de siglos, que lo están, habiendo existido sólo cerca de sesenta siglos? Sin duda que no, puesto que la materia hoy no es ni puede ser fenómeno natural procedente de la materia de ayer, ni de la de ahora sesenta siglos, ni dela de ahora un millón de siglos. Luego el mismo afán con que esos filósofos tratan de prolongar la edad del mundo manifiesta la inseguridad y vaguedad con que discurren.

Finalmente, la conciencia universal rechaza el modo de discurrir de estos; y el fallo de ese sentimiento íntimo es inconcuso e inapelable, tratándose de la realidad de nuestros pensamientos. Ese modo de discurrir consiste en fundar la existencia pasada de la materia en la actual: existe; luego existió no significa otra cosa. Veamos pues, que dice la conciencia a este respecto en los diferentes casos que pueden presentarse.

Pregúntese a cualquiera, si está cierto de haber existido ayer el mundo. Al momento dirá si; y para decir si, no razonará, buscando el fundamento de su certidumbre en sus sensaciones de hoy, como el escolar necio busca en el techo de su aula la lección que ha olvidado: dirá si, reproduciendo y recorriendo simplemente sus diferentes sensaciones de ayer.

Pregúntese a un peruano que no sea ignorante, si está cierto de haber existido el Perú el 28 de julio de 1821. Sin detenerse dirá si con el corazón palpitante de placer inmenso, sin pensar en el Perú de hoy: se representará únicamente a éste, saliendo ese día glorioso de su prisión secular, cual extraordinaria y portentosa crisálida, lleno de majestad y brillantez.

Y para no multiplicar los casos, pregúntese a un americano ilustrado, si está cierto de haber existido España en el siglo XVI. Dirá también sí sin vacilar; y para esto, no pensará en la existencia actual de esa nación, ni aun se fijará en la semejanza de la España de hoy a la España de ahora tres siglos: pensará únicamente, aunque indignado, en que ese pueblo que había ostentado nobleza y heroísmo delante de los muros de Granada, vino en dicho siglo al nuevo mundo, a ser el feroz protagonista del drama sangriento, cuyo desenlace al cabo de tres siglos ha sido tan sentidamente cantado por el cisne americano el divino olmedo.

Y si, como lo testifica la conciencia, no se deduce del conocimiento de la existencia actual del mundo el de su existencia anterior, aun cuando esta sea determinada ¿cómo podrá deducirse de aquel mismo conocimiento el de la existencia en un tiempo sin límites?
Luego es evidente que deliran los que creen ver la materia existiendo desde la eternidad.

Paso ahora a refutar en pocas palabras la opinión de sus adversarios, quienes apoyados únicamente en la inconstancia de las modificaciones de la materia, afirman que esta comenzó a existir, o que fue sacada de la nada.

La inteligencia más clara y poderosa puesta en suprema tortura no es capaz de comprender como haya podido ser sacada de la nada el universo: y lo que no puede comprenderse tampoco puede explicarse ni demostrarse; luego desbarran lastimosamente los que creen ver la materia, saliendo de la nada. Y para que se conozca tal desbarro, examínese su razonamiento que en sustancia es el siguiente: lo que está sujeto a variaciones fue nada o no existió; luego la materia que está sujeta a ellas fue nada o no existió. Al aseverar estos que fue nada o que no existió lo que está sujeto a variaciones, se refieren únicamente a las modificaciones y no a los atributos, puesto que no ignoran que estos son permanentes y que solo aquellas son variables: del mismo modo al aseverar que la materia está sujeta a variaciones no pueden referirse a sus atributos, sino solo a sus modificaciones: y de tales premisas que no pueden ser verdaderas sino con referencia a las modificaciones deducen que la materia, esto es, que el conjunto de sus atributos y modificaciones, conjunto admirable y misterioso de permanencia e inconstancia fue nada o no existió. Cualquiera puede saber, que la redondez de un cuerpo fue nada o que será nada; pero no hay mortal que con su sola razón pueda saber, si la figurabilidad de ese cuerpo fue nada, o si siempre existió.

Pero supongamos que la inconstancia de las modificaciones de la materia sea el argumento de la no existencia anterior de esta. En tal caso, ¿por qué existió ayer?,¿o se dirá que no existió?,¿Por qué existió ahora un año? ¿No hace ya muchísimos siglos, que existe sin interrupción a pesar de la perenne inconstancia de sus modificaciones? ¿Hasta qué punto del tiempo inconmensurable habremos de remontarnos para ver la nada?.

Bien se comprende que la humanidad es su infancia, habiendo visto la aparición de una nube, hubiese creido que ésta salió de la nada; y que al haber desaparecido, se convirtió en nada: pero desde que, estudiando la naturaleza se ha convencido de que las apariciones y desapariciones de los cuerpos no son sino transformaciones de la materia, no puede, sin grave error, admitir la creación ni la aniquilación de aquellos. Y si en tantos siglos no se ha visto salir ningún cuerpo de la nada, ¿qué puede inducirnos a afirmar, guiándonos únicamente la razón, que el gran todo fue sacado de la nada? Está pues visto, que desbarran los que en la inconstancia de las modificaciones de la materia ven un indicio seguro de la inconstancia de ésta, o de su no existencia anterior.

Luego es claro, que la razón es impotente para resolver la cuestión propuesta.

Mas, los que tenemos la fortuna de creer todo lo que está escrito en el LIBRO SAGRADO la resolvemos, aseverando firmemente, que la materia no es eterna. En la primera página de ese LIBRO DIVINO nos fue revelado el gran misterio de la creación. Veneremos este misterio sin intentar comprenderle: está oculto en el impenetrable santuario del infinito.

Lima, 3 de febrero de 1864

MARIANO DAMASO BERAUN FUENTES
“EL UNIVERSO Y EL ATEO”
Imprenta dirigida por Adolfo Valdez.1866

9 comments:

wilmer antonio avalos montaño said...

NOMBRE: wilmer antonio avalos montaño
Matricula Nº 20074339
MAESTRIA EN DERECHO PENAL UNICA-ICA
conforme se aprecia en las diferentes opiniones de los filosofos , donde anhela por conocer el origen de LA MATERIA se han fatigado incesariamente en explorar esta ya analizando el globo que habitamos, ya observamos diferentes fenomeno de la naturales, pero no han podido conseguir el anhelos, la gran variedad variedad de infinita de sus fenomenos que el gran todo que existe hoy, existe ayer, existio ahora años, existio ahora siglos., la materia varia de forma, pero no se altera sustancialmente, luego es eterna... mas su contrario decen de una manera identica, invirtiendo el orden de las misma fraces la materia no se altera sustancialmente, pero varia de forma, luego NO ES ETERNO, la existencia sucesiva o cotidiana del mundo no es ley de naturaleza como lo dan aquellos, es una variedad induvitable, pero no puede apoyarse en ellala eternidad de la materia

yudithlizi said...

La Eterna Materia
Es una constante búsqueda del origen de la materia guiados por la razón , la materia varia según su forma pero no se altera sustancialmente por lo que afirmamos que la materia no es eterna solo se transforma .
Los limites del conocimiento tiene como finalidad buscar la verdad parcial de la materia puesto que ella no se altera en su forma sustancial primigenia se transforma se estructura se asocia según los fenómenos a los cuales se expone así como paradigmas que se van plasmando por ello no se puede ser que la materia eterna por que su existencia cotidiana no puede permanecer tal como es por que si se altera en algo deja de ser lo que fue por lo tanto no se puede afirmar que la materia es eterna.
YUDITH LIZ ESPINOZA LEON
Maestría en Derecho Penal
UNICA

HECTOR ZUÑIGA ZORRILLA said...

HECTOR ZUÑIGA ZORRILLA
MAESTRIA EN DERECHO PENAL UNICA-ICA
De acuerdo a la lectura ¿Es eterna la materia?, se glosa que la materia se encuentra en un eterno movimiento en calidad y cantidad, esto es en formas infinitas del mismo, formas del tiempo y espacio cuantitativa y cualitativamente hablando, en cuanto a concreciones inagotables de la materia eterna, es decir, que la materia en movimiento infinito se desenvuelve en infinitas.
Se conoce sobre la materia, del conocimiento de la parte de materia eterna, sólo se puede derivar leyes que rigen para esa parte y no tienen porque generalizarse para toda la materia en general. Así se podría enjuiciar más objetivamente problemas como la llamada expansión del universo o la gran explosión.
Es cuestión al comentario se debe tener en cuenta que la materia existe en eterno desarrollo, pero sí se pueden establecer teorías fundamentales incluso para largo tiempo sustentados en los conocimientos científicos históricamente generados en condiciones económicas sociales y técnicas completas.

Javier Hugo Ventura Alarcon said...

VENTURA ALARCON JAVIER HUGO
MAESTRIA EN CIENCIAS PENALES
UNICA - Codigo:D-CP-055
"LA MATERIA ES ETERNA"
La materia, en todos los tiempos ha sido objeto de estudio, análisis y comprensión por todos los estudiosos, filósofos, etc. Y en la actualidad hay muchas teorías que aun conservan su valor en el sentido que la materia es indestructible, inmortal; basándose en el principio “Que la materia no se crea ni se destruye tan solo se transforma”, es una verdad hasta ahora absoluta. La materia es parte del equilibrio del universo, nosotros no podemos crear, ni destruir esa materia que percibimos por nuestros sentidos y si lo hiciéramos lo cual es difícil por no decir imposible estaríamos alterando el equilibrio universal; en nuestros tiempos su estudio va mas allá, en el sentido de que ahora estamos frente a lo que conocemos como la Antimateria que no es otra cosa que lo contrario a la materia.

Jesús Bendezú said...

Concuerdo en la apreciación del autor en el sentido que “la razón es impotente para resolver la interrogante si la materia es eterna”.
Ya que dicha interrogante, desde épocas remotas, siempre fue objeto de análisis y estudio por parte de científicos, filósofos y personajes estudiosos. Es por ello que desde la era antigua y en la actualidad existen muchas teorías que tratan de explicar todas las interrogantes del citado tema, pero que no han podido conseguir su objetivo.
Consecuentemente ¿Ese ser casi desconocido que llamamos materia, es eterno? La materia existe y existió, la conocemos por medio de nuestras sensaciones, la historia, las costumbres, la tradición, por las leyes de la naturaleza, etc; sin embargo, ninguna de estas relaciones puede servir de argumento como para afirmar fehacientemente que la materia es eterna.
Y como se mencionó primigeniamente, si tratamos de aplicar la razón, sumergiéndonos en los diferentes campos del saber humano, e incluso remontándonos a siglos pasados, hasta los inicio que conocemos de la historia de la humanidad; no vamos a poder dar respuesta a esta interrogante; la cual quizás, si nos trasladamos al campo de la religión, es de verse que dicha pregunta ha sido satisfecha desde tiempos remotos, por cuanto se señala que la materia no es eterna, por que fue creada por un ser divino (Dios), cuya explicación se encuentra detallada en la Sagrada Biblia Cristiana, en el primer libro (Génesis), del Antiguo Testamento.

ALICIA AVENDAÑO CRUZ said...

NOMBRE : ALICIA AVENDAÑO CRUZ
MAESTRISTA DE DERECHO CIENCIAS PENALES
I SEMESTRE
LA MATERIA ES ETERNA
CAPITULO
ha sido objeto de estudio, análisis y comprensión por todos los estudiosos,etc., y en actualidad hay diferentes terorias teorías que aun conservan su valor en el sentido que la materia es indestructible, inmortal; basándose en el principio “QUE LA MATERIA NO SE CRE NI SE DESTRUYE TAN SOLO SE TRANSFORMA" es una verdad hasta ahora absoluta., a pesar de las variedad infinita se sus fenomenos quele gran todo existio, existio ayer existio ahora años axistio ahoras siglo, permaneciendo siempre el mismo siglos.
las fraces inconexas la materi varia de forma, pero no se altera sustancialmente luego es eterna...

Victoriano Quintanilla said...

Victoriano Quintanilla Quispe. Maestría en Ciencias Penales
I SEMESTRE

EL UNIVERSO Y EL ATEO. ES ETERNA LA MATERIA?
El arcano de la materia, es un tema que al hombre a lo largo de la historia siempre le intrigó por saber cómo estaba constituida y cuáles eran sus propiedades o atributos. Las teorías, generan conjeturas o vienen a ser tentativas de aproximación al descubrimiento de la verdad, mas no certeza; empero, nos persuade que la materia existe y que ésta se transforma, pues, ésta como constitutiva de la realidad material o natural, se transforma en energía, por lo que la materia es susceptible de sufrir cambios, los cuales podrían ser transitorios o permanentes. Si bien el ser humano necesita conocer, cierto es también, que no puede aferrarse en estas verdades que hoy pueden ser contundentes y, mañana dejarán de serlo, lo que nos lleva a ser lo suficientemente flexible acorde a las circunstancias, para aceptar los cambios a medida que esto ocurre y, así seguir el derrotero con nuevas verdades, para ello, se hace necesario del entendimiento, e ir elaborando juicios y razonamientos, argumentos convincentes.
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paulina said...

COMENTARIO "EL UNIVERSO Y EL ATEO" - CAPITULO I ¿ES ETERNA LA MATERIA?

Muchos filósofos tratan de interrogarse sobre el origen de la materia, para lo cual trataron de explorar el globo en el cual vivimos pero no han podido conseguir tal anhelo, concluyendo que existió ahora siglos todos ellos únicamente, que el universo subsiste siempre él mismo bajo formas diversas, dicen los unos: la materia no tiene origen es eterna; y los otros al contrario, la materia tiene origen, no es eterna.
Por lo que mi persona se acoge más a la corriente de que la materia si es eterna, en el sentido de que la materia es todo aquello que ocupa un lugar en el espacio, el cual se puede percibir a través de nuestros sentidos, toda vez que la materia sólo se transforma en el tiempo y en el espacio, por ello el aforismo de que “La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma”. Por ejemplo, el ser humano, desde que nace hasta que muera es ser humano en toda su dimensión, una vez muerte empieza a descomponerse dando origen a otros seres que nunca nos imaginamos, loa cuales de igual manera cumplen su siclo de vida, luego se extinguen, del mismo modo dando origen tal vez a otras especies, en fin hasta que nos lleguemos a convertir en tierra el cual sigue subsistiendo, en consecuencia lo único que pasó es que la materia originaria se trasformó, más no así se extinguió definitivamente. Al cual debo agregar, la existencia de la materia está sujeto a una serie de principios determinados por los propios estudiosos, que dan sentido y razón de ser a la materia.
MAESTRIA EN DERECHO CONSTITUCIONAL Y DERECHOS HUMANOS
UAP- AYACUCHO
PAULINA RIVAS ALARCON

Unknown said...

"La materia no se crea ni se destruye solo se transforma" un lema bastante sonado pero en si real. Un tema debatido desde hace tiempos atrás por filósofos materialistas que decían que el principio de todo fue la materia y los idealista que indican que hubo un ente que puso a esta creo a esta.
Pero si se asume la postura idealista empieza la duda de quien creo a este ente.Muchos nombran a este ser con el nombre de Dios y como es dios es eterno y omnipotente quien se dice haber sido creador.
Elizabeth Bacilio Berrocal
Unac
Aula: 04-C ciclo I